"Soy quien te amó cuando te volviste demente" leí alguna vez; y recordé que yo lo hice contigo. Recuerdo amarte cuando ni tú te amabas. Recuerdo estar allí cada vez que me necesitabas. Porque aunque era difícil estar contigo, yo estaba. Te amé tanto que dolía, dolía aún más, ver que ya no estaba en tu mirada. Te amé tanto como ama el lobo a La Luna, cada noche y para toda la vida.